
La ciruela fresca contiene un 66% de sales minerales alcalinas y un 75% cuando es seca.
Su riqueza en azúcares y ácidos alcalinos la convierten en un alimento muy energético, un gran laxante y un desintoxicante.
Contiene vitaminas C, B1, B2 y PP. Además, también contiene hierro, calcio, fósforo, magnesio y potasio.